Este año la procesionaria se ha adelantado y ya podemos ver a las primeras orugas por parques y jardines de la Comunidad de Madrid.
La Procesionaria es un tipo de oruga que debe su nombre a su desplazamiento en grupo formando una hilera, parecido a una procesión. Se ha convertido en una plaga en los últimos años debido a las cálidas temperaturas que venimos viviendo, sobre todo en invierno.
Su árbol favorito es el pino mediterráneo, y por ende, cualquier conífera la puede sufrir. También se dan casos en cedros y abetos, pero son menos frecuentes.
No sólo se da en España, la Procesionaria del pino es un lepidóptero que frecuenta toda la zona mediterránea, llegando incluso a países como Alemania, Suiza, Hungría y Bulgaria.
Este año, las cálidas y estables temperaturas que hemos disfrutado este invierno, han ayudado a la proliferación de esta especie, pudiendo ver ya las primeras orugas. Por lo tanto deberemos adelantar las precauciones este año, sobre todo, en las zonas de pinares.
Recuerda que las procesionarias son extremadamente venenosas, producen urticarias y alergias en personas y animales.
Precauciones generales ante las procesionarias
- Enseñar a los niños cómo son los insectos y avisarles de los problemas que pueden producirles, las procesionarias no se tocan!
- En caso de que la urticaria se acentúe en niños y adultos, acudir al centro médico más cercano.
- Avisar a los servicios públicos si se avistan orugas en zonas de recreo etc.
- Si contamos con fincas o espacios con coníferas, vigilar que no estén afectadas, y en caso necesario fumigar los árboles.
- Recurrir a profesionales para la eliminación y/o control de plagas.
Precauciones con nuestras mascotas
Si no hemos presenciado el contacto, los síntomas más alarmantes son los siguientes:
- El perro se muestra, nervioso y respira de forma muy acelerada.
- Agita la cabeza o la restriega por todos lados.
- Se le hincha la cara, labios o párpados.
- Si no puede cerrar la boca, quizás sea debido a que se le ha inflamado la lengua.
- Saliva excesivamente.
- Jadea y llora de dolor.
- Le cuesta respirar.
Tendremos que actuar de urgencia cuando nuestro animal chupe, muerda o se coma la oruga (entre perros son los casos más comunes). Si es nuestro caso, debemos acudir lo más pronto posible a nuestro veterinario para que le apliquen corticoides.
Los primeros auxilios que debemos aplicar son: sacar al perro de la zona, lavarle la zona con agua templada evitando que trague el agua, nunca frotar la zona, y comprobar la lengua y mucosas orales por si existiera hinchazón. Si habitamos una zona muy propensa a tener procesionarias, consultar con vuestro veterinario sobre la posibilidad de tener una dosis del medicamento por si fuera necesario.
Las consecuencias pueden ser fatales, sobre todo para los perros, se les puede necrosar parte de la lengua, y si el veneno llega a la laringe pueden incluso morir por asfixia.